Ayer metí la pata de forma soberbia. Mi jefa, el día anterior nos pasó a todos los responsables de equipo un archivo confidencial, con información precisa y detallada para que coordinásemos a nuestros equipos y desarrollásemos un plan de trabajo. Reconozco que algunas veces soy impetuoso e impaciente, y esta vez mi falta imprudencia me llevó a enviar a parte de mi equipo dicho archivo para agilizar mi trabajo de comunicación. Lógicamente mi equipo es personal de mi confianza, pero parece que no de la de mi jefa.
Aunque parezca sorprendente, el archivo se filtró y se hizo viral comprometiendo una negociación importante y poniendo en un serio aprieto a mi jefa y al equipo negociador. Llegada la noche, se nos preguntó, quien de nosotros había entregado el archivo a sus colaboradores. Mi honestidad, me jugó una mala pasada e hizo que en esta situación diera un paso al frente, con lo cual me comí una bronca terrible por mi falta de profesionalidad, mi imprudencia y por una supuesta incompetencia manifiesta. Lógicamente asumí mi culpa con resignación y tristeza. El trabajo estaba hecho, pero mi torpeza había generado un problema que no debía estar ahí. Me disculpé y me puse mi puesto a disposición de mi jefa, que dio la callada por respuesta.
Esta mañana me he levantado triste y al mismo tiempo cabreado. No es justo. Yo pasé el archivo a mis colaboradores e hicimos el trabajo, reconozco la imprudencia pero no voy a hacerme cargo de una filtración que probablemente nada tenga que ver con mi equipo. Muchos de mis compañeros han pasado el archivo a sus colaboradores y no han tenido el valor o el coraje de dar el paso al frente, como hice yo. Estoy completamente seguro que fue otro equipo quien filtró el archivo, pero mi honestidad me puede costar el puesto de trabajo.
Es terrible, no se como salir de esta situación. No puedo declararme inocente de una imprudencia que he cometido, pero al final voy a cargar con la culpa que no es mía. Lo peor que que mi puesto de trabajo está en el aire, y de mantenerlo será pagando el alto precio de la perdida de confianza.